¡Ay Jalisco, no te manches!

Hace rato, en el pueblo de Yahualica, en los Altos de Jalisco, tierra de gente sencilla, ranchera, mocha y orgullosa de su pasado cristero (o sea orgullosos de tener parientes que mataban gente en nombre del personaje que decía que uno debe amar a sus enemigos), se develó un busto y se hizo un homenaje en honor de uno de los hijos más famosos de esta localidad: Juan Sandoval Íñiguez, cardenal de Guadalajara, defensor de la vida y de la fe, misógino, intolerante, y en general muestra viviente de que la religión no te hace mejor persona. Bueno, ya qué, hasta López Portillo tiene monumentos.

La cosa comienza a sulfurar cuando nos enteramos de que esto estuvo parcialmente organizado por el gobierno del Estado y su titular Emilio González Márquez, mocho, yunquista, quesque lector de la Biblia y cretino. No, si uno se da cuenta de que hay algo que no está bien cuando hasta el jefe Diego va. El gobierno estatal se metió a raíz de que unos vecinos de Yahualica solicitaron a su representante (panista) que el gobierno le hiciera un homenaje a Sandoval. El representante responde al nombre de José Luis Íñiguez, que también es sobrino del Cardenal.

Hasta aquí nada raro que esperemos de los azules. Hay cosas que todavía no tengo muy en claro, como si el reconocimiento se le hizo por ser un líder social o por sus aportaciones a la cultura. Porque para esto, Íñiguez es presidente de la comisión de Cultura del Congreso local y fue su comisión la que propuso el reconocimiento a Sandoval. Por mientras de que pulo detalles y pongo algo en mi bló, les paso lo que uno de estos energúmenos de la comisión de Cultura dijo para justificar el homenaje del Congreso y el gobierno a Sandoval:

"La religión es una expresión cultural nos guste o no, creamos en Dios o no; es una expresión cultural, no un dogma, por ello nadie puede condenar un homenaje al cardenal Juan Sandoval Íñiguez"

“La Comisión de Cultura le hará un homenaje al cardenal, no por ser un dirigente eclesiástico, ni por ser ministro de culto, sino porque es un personaje y un líder que ha promovido los valores y ha resguardado la tradición y la cultura, toda vez que la Iglesia es depositaria de un gran acervo de arte sacro y de edificios barrocos de gran valor patrimonial”

El diputado [...] entiende el disgusto que, el homenaje a Sandoval Íñiguez, ha generado entre la comunidad cultural porque la iniciativa emanó de la Comisión de Cultura, sin embargó recalcó que “la Iglesia católica, apostólica y romana es una expresión cultural mexicana y como tal no podemos denostar lo que significa para el imaginario de los mexicanos, ni de los jaliscienses”

Esto es una declaración típica del panista mocho e intolerante, que está dinamitando el Estado laico y quiere regresar al siglo XIX. Se llenan la boca con la pluralidad y la libertad religiosa cuando les conviene al punto de volver inservibles esos conceptos, sucios hipócritas.

Pero hay un pequeño detalle.

El declarante es el diputado Carlos Orozco Santillán... del Partido de la Revolución Democrática. El partido que supuestamente es el progresista e ilustrado, el partido cuyo líder moral más popular dice que admira a Benito Juárez más que a nadie en el mundo (excepto tal vez a él), el partido que en otras latitudes ha luchado por los derechos reproductivos y la educación sexual.

Con esa izquierda, ¿para qué quiero derecha?

Para saber más de este mitote, puede pasarle a mis marcadores en del.icio.us.